lunes, 12 de septiembre de 2011

ALMA Y CUERDO

Un día cansados de tanto vivir entre los hombres mi alma y cuerpo escaparon.
Caminaron tanto, tanto, que se perdieron en la espesura de la selva.
Ahí pude al fin habitar, lejos de tanta pesadumbre y podredumbre que me agobiaban el alma y lejos de tantas cosas que mortificaban mi cuerpo.
Con piedras y ramas construí una choza y me alimente de frutos silvestres y animales que cazaba.
En aquel mar de tranquilidad, pude respirar tranquilo, me sentí libre como lo era, comulgue con la soledad, medite y reflexione en tantas cosas que a menudo nos producen intranquilidad, nos desasosiegan el alma y en ocasiones nos perturban el sueño.
Pensaba y pensaba, que mundo nos había dado el Creador y en que lo habíamos convertido, en una telaraña, en una red, en la que nos atormentábamos unos con otros, sin poder escapar, tratando siempre de huir, queriendo a diario un mañana mejor y buscando la paz, una paz que nosotros convertimos en guerra.
Se dice constantemente que no podemos vivir, si no es, en sociedad, pero es realmente una sociedad, viviendo como lo hacemos?.
Es realmente esto lo que queríamos, sino confiamos, ya ni en nuestros hermanos, para todo se tienen que firmar documentos, a eso le llamaremos vivir en sociedad. Si al vecino se le incendia su casa, nos detenemos solo para ver como ocurrió y después platicar con todo lujo hasta el más mínimo detalle, más no para ayudarlo y auxiliarlo. Si hubo una defunción de un conocido, vamos a velar solo para ver quien lloró más, y contamos chistes entre los demás asistentes; luego criticamos que Doña Fulana o Mengana no anda de luto. ¿Porque queremos siempre lo peor para los demás?.
Cuando fallece el padre, los hijos entre sí, discuten, casi frente al cadáver, la parte que quieren de la herencia, que si la casa, que si el rancho, que si el carro, etc., siempre el dinero es el rey en todo.
Los juicios sucesorios duran hasta cuarenta años quizás más, tan solo por no dejarse del hermano; y cuando al fin se hace la partición es porque esta se efectúa entre los hijos de estos, es decir los nietos del difunto, la avaricia y soberbia hizo que no pudieran arreglarse entre sí.
Los juzgados están atestados de procesos por delitos de violación, estupro, atentados al pudor, incestos, así como de robos, fraudes, etc., abusamos del más necesitado, robamos al pobre la tortilla del día siguiente, utilizamos el poder para hacer porquería y media.
No se nos atiende en Clínicas, aún cuando vayamos en estado de muerte, si antes no se deposita una garantía, que consiste en una fuerte cantidad de dinero que responda por los servicios que se vayan a dar a la enferma o enfermo.
Al mendigó no damos la limosna y cuando lo hacemos es porque alguien va con nosotros que puedan ver lo bondadosos que somos.
Los barrios bajos se encuentran atestados de bolsas de polietileno que traen adentro cemento seco o botellas que contuvieron tinner, y los que hacen uso de estas cosas, son niños de ocho a catorce años, que no tienen dinero suficiente para comprar un cigarro de marihuana o algún otro estupefaciente, vemos la miseria de la miseria.
Son ellos las víctimas de la sociedad y todavía, los volteamos a ver con desdén, cuando en gran parte nosotros somos nosotros los culpables o responsables de su comportamiento, pero no, ¿como? sí, tenemos miles de excusas para criticarlos y justificarnos
Los padres se divorcian y hacen a un lado los hijos para enfrascarse en el dolor por su separación o también pelean los bienes con los que quieren quedarse, dejando a los hijos en total abandono, sin darles una explicación; regatean las pensiones alimenticias como si el darle de comer a sus hijos les pesara, y siempre se están quejando con ellos del comportamiento del otro excónyuge, como si sus hijos les fueran a solucionar sus problemas, aunque es mera justificación de sí mismos de su conducta vil; porque que clase de padre es aquél que regatea el sustento o la pensión alimenticia, que clase de padre es quien avienta la piedra y esconde la mano, que padre es aquél que exige buena conducta de sus hijos y cuando él no la tiene.
Me pregunto, que tipo de valores inculcan a sus hijos, no saben ni educarlos, creen que con alimentarlos y proporcionarles lo que necesiten o solventar sus gastos es toda su obligación.
Les exigimos buena conducta y cuando nosotros carecemos de ella, exigimos respeto y nosotros no se los profesamos, exigimos limpieza y pulcritud y nosotros ni siquiera contamos con un rasgo de ellos; debemos recordar que en la forma de pedir esta el dar, no podemos exigirles conductas o actitudes que antes no hemos enseñado, que no las hemos proveído, como exigir de algo que carecemos, no puedes cosechar manzanas si cultivaste peras, la vida y los hijos, te regresan lo que les das, los hijos aprenden lo que ven.
Si un niño que crece en la violencia es violento, si un niño que crece en la opulencia aprende a derrochar, si un niño vive con carencias, aprende a cuidar, si un niño que crece sin valores es un rufián, al niño que le gritan responde con gritos, el niño que es golpeado, golpea, el niño que es maltratado crece maltratando, el niño que es lastimado, lastima, el niño que no ve a sus padres en su casa, aprende a ser callejero; hay que ser sensatos en lo que damos y con lo que exigimos.
Los niños son como un CD graba todo lo que digas, indiques, expliques y asientes, solo que ya no puedes deshacer o borrar lo que le situaste y colocaste inicialmente porque ahí se queda de manera definitiva; no culpes a otras personas por lo que fue tu responsabilidad, no hay culpables solo responsables, el niño aprende lo ve que y lo que vive no hay vuelta de hoja, y en este caso no existe el regreso, no hay devolución, no es mercancía, no es un objeto que puedas construir y derribar, una vez que los maleducaste no los puedes devolver, son tuyos, a ti precisamente te los entregó Dios, para que los esculpieras e hicieras de ellos una obra de arte y si no lo hiciste, sino los educaste y creaste bien entonces ya fracasaste como padre.
Me pregunto que ejemplo pueden dar a sus hijos, el padre que dura días o semanas sin ir a la casa por no separarse de su fiel amigo el alcohol y la madre al ver esto, hace lo mismo y los que pagan por ello son los hijos que para salir de aquel problema, siguen sus pasos para evadirse a un mundo mejor, según ellos, pero también ahí siguen por el camino equivocado, porque nadie se tomó el tiempo necesario para explicarles que ese no era el camino indicado, acertado y atinado para transitar por él; el camino más atinado para conducir su vida no es el de las drogas, el alcohol, la vagancia o malvivencia, no ese no es un camino, porque no te lleva a ninguna parte, te estanca en un pantano de donde una vez que entras es difícil, es muy arduo salir.
El camino optimo para guiar tus pasos, es aquel en el que se disfruta la vida con deleite, donde la intensidad de la vida te hace despertar cada día, donde ves que el sol brilla diferente cada minuto, que el día y la noche son diferentes placeres, que un atardecer es más hermoso que otro, que la noche no se hizo para el vicio y la perdición, que la noche también se hizo para descansar, para aspirar su olor, porque el olor de la noche tiene magia, tiene sabor, tiene esencia, muy diferente a la del día, también es para ver las estrellas y descubrir que todas tienen diferente brillo y colorido, sin embargo quien les enseña eso, a los hijos, solamente los padres, y si estos no cumplen su encomienda, si sus hijos no son un reflejo de luz, no dan sombra, no dejan sus huellas en el mundo, la misión que les fue conferida no la cumplieron, fueron irresponsables e inconscientes al no recapacitar que era lo único importante de su vida a forjar, y no lo hicieron porque, que hay más trascendental en tu vida sino es dar lo mejor de ti a tus hijos, y aún más esforzarte por ser excepcional para emitírselos, alcanzar la cima y la estrella más esplendorosa.
Hay padres que para conseguir el licor o la droga dan a la hija, para que abusen de ella y el otro, el abusador, una persona idiotizada por la droga, no le importa abusar de la pequeña y satisfacer sus instintos salvajes; que lástima de verdad da todo esto, que tristeza que ocurran estas cosas, estamos peor que los animales, que vergüenza nos debe dar que Dios vea su obra, echa escoria, mugre, miseria y nos hacemos al mismo tiempo la vida miserable.
Con amargura vi, como las personas que viven solas, después de fallecidas duraban días en su domicilio porque nadie se daba cuenta de ello, ni aún los vecinos y todo esto, porque? porque ya no, nos importa la vida del prójimo, somos insensibles al dolor, al sufrimiento, a la pesadumbre, a la pena a la aflicción, hasta lastima esa insensibilidad.
Vivimos de la mañana a la noche trabajando, los ricos para tener más dinero y por el ansia de poder, el pobre para siquiera dar tortilla con Chile a su familia. Y no obstante lo criticamos que tiene mucha familia, que si esto, o que si lo otro, pero nunca le damos ni un vaso de agua, aún así seguimos criticándolo como si le diéramos de comer.
Si somos ricos, abusamos de nuestros trabajadores y cada día se nos hace mucho el sueldo que les damos y queremos que desquiten hasta el último centavo. Y si por algo el pobre hace una cosa en contra del rico, tal como quebrarle el vidrio de la casa o despostillarle el carro, le tenemos que pagar y todavía casi pedirle disculpas, porque se trata de Don Fulanito, más sí, es al pobre el que agravia el rico, que ni intente quejarse a los tribunales porque no es escuchado. La ley es solo de Don Poder, del RICO.
Al pobre le tenemos asco y sentimos repugnancia con su persona y lo culpamos de su pobreza, como si ellos hubieran querido nacer en la miseria; al miserable que llega muy arriba, no nos simpatiza, porque se nos hace muy insignificante, pero cuando necesitamos de él, lo adulamos y le hacemos hasta caravanas y lo alabamos, con que yo sabia que Usted iba a llegar muy lejos a ser una gran persona.
Al miserable le queremos despojar hasta de su dignidad, creemos que ellos son unos animales, que no tienen sentimientos, pero al pobre que es quien sufre más, quien padece por todos, es quien verdaderamente sabe lo que es el dolor y tiene más dignidad que cualquiera. A él, es al que siempre echamos atrás, porque según nosotros no merece tanta atención, es quien espera horas en el consultorio para recibir atención médica, que paga lo mismo que el rico.
Al pobre como lo vemos indefenso y a la vez inculto, como ignorante, es por él por quien comemos día a día; así como día a día abusamos de él; él sin embargo cada mañana se levanta con la esperanza de encontrar un mundo mejor, es aquel que nunca pierde la esperanza ni la fe, es aquel que duerme más tranquilo que todos, sin tantos remordimientos, ni pensando en sí sus bienes serán robados.
Los valores morales se han perdido; jamás llegamos a ser verdaderos amigos, siempre le estamos envidiando de sus logros y si sabemos algo que le va a doler, se lo decimos, pero poniendo una cara como que le hacemos el favor y diciéndole que se lo contamos como para hacerle un bien.
Vivimos haciendo cuentas de lo que gastamos y preocupándonos por el mañana. Guardamos nuestras joyas en lo más oculto de nuestra casa, en el rincón más oscuro en bóvedas de seguridad de los bancos y si alguien osa robarlo, queremos que se le castigue con todo el rigor de la ley al culpable; ah pero si el culpable fuera de nuestra familia y robara a otra persona y dijera lo mismo, enseguida nos soltamos diciendo que como es de mala esa persona para pretender eso.
Constantemente reclamamos a nuestros padres que porque al hermano mayor o menor le da más, o también les exigimos que hagan el testamento para asegurarnos y saber lo que se nos dejará y reclamar que es poco, pero sin darnos cuenta lo que el padre o la madre siente al escuchar tales palabras.
El mundo siempre nos parece malo, pero no reflexionamos que somos nosotros los que con nuestra actitud lo transformamos en lo que ahora nos parece.
Definitivamente ya no podemos vivir en sociedad desconfiamos de todo y de todos y robamos a todos. Siempre en constantes pugnas y riñas con nuestros hermanos, parejas, padres, etc… Si no podemos vivir en familia, mucho menos en sociedad.
Es por ello que he venido hasta aquí, tratando de construir mi propio mundo y alejarme de todo aquello que nos ata.
Y aquí he llegado a sentir la tranquilidad en mis largas noches de relajación; ahora no tengo ataduras, ni tengo porque hacer caravanas al Jefe por tal de que no me despida del trabajo. Solo mi alma y cuerpo, vivo aquí alejado de la sociedad, mi mundo es la naturaleza, vivo con los animales, que no son egoístas, ni hipócritas, ni tratan de hacerse pasar por lo que no son. Que al fin de cuentas ellos viven mejor que aquel mundo lleno de convencionalismos.
Una sociedad que todo lo critica y hace hincapié en lo que se refiere a la Política y Religión.
Los de arriba creen que con una sonrisa forzada hacen un favor a los de abajo; malinterpretando el sentido de una sonrisa, que ésta, no es más que una manifestación del alma y la rebajamos hasta la hipocresía.
Adulamos a los perversos, con tal de conseguir una cosa, aunque de antemano sepamos que era su obligación hacerlo.
Nos hemos convertido en algo peor que bichos, queriendo estar siempre por encima de los demás, aplastando al débil, al miserable, al ignorante, robando en su cara al ciego, hablando del sordo, imitando al cojo y burlándonos del paralítico e incluso haciendo chistes con su desgracia.
Sociedad que todo lo condena y reprueba, a la madre soltera, a la mujer adultera, pero al hombre por tal lo disculpa.
Sociedad que habla de complejos y traumas como explicación científica, al ladrón le llaman cleptómano, al asesino esquizofrénico, pero al fin de todo son creados por ella misma. Donde nos hacemos adictos a drogas, al alcohol, y donde tenemos otros vicios como el juego, y donde podemos perder o ganar todo en un segundo.
Yo también fui como ellos, uno más, que se sentía libre, entre tanta atadura y convencionalismo; pero no somos libres, sino esclavos de nuestros bajos instintos. Quizás se me diga, porque menciono esto; bien porque no quiero morir como ellos, como bichos, solos, aquí también moriré solo, pero libre de atavismos, de envidias, de bajas pasiones y crueles castigos.
Por eso un día, cansado de recorrer y volver por el mismo camino, un día me dije, soy libre?, no, fue mi respuesta, y ahora estoy aquí, donde puedo hacer lo que me plazca, sin que se me critique, que al fin que poco a poco me he ido liberando de recuerdos y me he dedicado a la enseñanza de la vida, a disfrutar la naturaleza, aquí en el campo, sin convencionalismos, ni reglas de urbanidad, aquí es donde he llegado a purificar mi alma y desechar todo aquello que enfermaba mi espíritu, Por eso vine hasta aquí donde me he tenido a mi mismo, y sé quien soy y lo que busco y todo lo he ido logrando a través de la meditación y el estudio.
DIOS se encuentra siempre a mi lado, me espera en cada cosa, en cada detalle, y siempre esta dispuesto para mí en el momento en que necesite hablar con él, no necesito de pedir audiencia o cita, es solamente hablarle y ahí esta conmigo, que lindo verdad, es simplemente el padre que dará todo por ti; que algunas ocasiones podrás por el dolor sentirte perdido pero puedes refugiarte entre sus brazos y verás cuan protegido podrás sentirte, alabado sea NUESTRO PADRE.
Por todo esto y por él intente un cambio en mi cuerpo y alma, el mundo con sus vicios y convencionalismos me estaba convirtiendo en una persona materialista y apegada al mundo y a sus cosas cuando soy más espíritu que materia, soy solamente un alma en un viaje con cuerpo humano y ello no debe ser motivo para que me aferre a lo que no pertenezco; y por tal motivo quise desprenderme de todo aquello que me alejara de mi espiritualidad.
En la cascada lave mis vicios, en la tierra sepulte los convencionalismos y deje ir con el viento los malos y amargos recuerdos.
Mi amiga es la naturaleza y mis hermanas las aves, mi padre es el amanecer que me dice que es un nuevo día, el que me traerá nuevas enseñanzas y motivos de alegría y gozo, y mi madre es la noche que me cobija con su oscuridad que me invita a descansar y dormir en paz porque me hace sentir protegida. Mis vecinas son las estrellas y mi amor es la VIDA!.

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